20 enero 2017

Antología esencial de Ada Salas


En su espléndida colección de poesía, el Fondo de Cultura Económica publica Escribir y borrar. Antología esencial de la poesía de Ada Salas, uno de los nombres más relevantes de la poesía española actual.
Una escritura proyectada en “una poesía escrita desde la ausencia de certeza” y atravesada por “un temblor de voz -el temblor del lenguaje en su proceso de hacerse/deshacerse- que se repite en el lector. Incertidumbre y temblor que el poema recoge y representa, trayéndonoslos, que nos llegan como experiencia física y psíquica a la vez. Cada poema es, necesariamente, el resultado de esa aventura emprendida desde la carencia, desde un no saber si el lenguaje podrá decir, descifrar, recordar el sentido oculto de las cosas, pero sabemos que puede acercarse, que puede, al menos, seguir dejándonos rastros de ese viaje”, como señala en la introducción –‘El rastro fulgurante de lo que fuera asombro’- el responsable de la antología, José Luis Rozas Bravo.
Una selección amplia que recoge muestras significativas de la poesía de Ada Salas, cuya trayectoria poética, cada vez más honda y más depurada, se apoya sobre una meditación profunda y rigurosa en torno a  la escritura, sus perspectivas y sus limitaciones.
Por eso este volumen incorpora un conjunto de textos en los que la autora reflexiona sobre la escritura. Así en el epílogo –‘Sin sentido’-: una indagación en la idea de la escritura como expresión de la incertidumbre y como manera de estar en el mundo, como “intento de dar una respuesta: de darnos una respuesta.” 
A esta amplia antología se incorporan textos del reciente Diez Mandamientos, un libro realizado en colaboración con el pintor Jesús Placencia. A ese libro pertenece este Suspender el juicio:

Recuerda nada es 
lo que parece. Ni siquiera 
la nada. Así por qué habrías 
de temer. Si se arranca la carne aún 
quedan los huesos. Y los huesos 
qué son. Tal vez 
no sean nada pero entonces 
recuerda 
que nada -los huesos 
ni la nada- es 
lo que parece. Y que lo vivo 
crece 
donde crece la muerte.