13 septiembre 2017

Derek Walcott. Otra vida

En su imprescindible colección de poesía Galaxia Gutenberg publica en una magnífica edición bilingüe de Luis Ingelmo Otra vida, un extenso poema narrativo de Derek Walcott que llega hoy a las librerías.
De fondo autobiográfico y tono épico, organizado en cuatro libros -El niño dividido, Homenaje a Gregorias, Una simple llama y El ancho mar- y veintitrés capítulos, Walcott lo compuso a lo largo de siete años, entre abril de 1965 y abril de 1972.
La edición bilingüe se abre con un amplio y orientador estudio introductorio en el que Ingelmo destaca Otra vida como “un referente esencial en la vida literaria y personal de Walcott.”
Experiencia y memoria se transforman aquí en arte y se presentan -en palabras del editor en el prólogo- “al ojo lector como un estudio filosófico –gnoseológico, principalmente, pero también estético, político y ético- envuelto en un manto épico.”
Dejo aquí, como anticipo e invitación a la lectura, las dos primeras estrofas de este monumental poema autobiográfico de quien, como señaló Wole Soyinka, fue “el corazón lírico del Caribe y uno de los más grandes poetas del siglo XX”:

Verandas, donde las páginas del mar
son un libro que un maestro ausente dejó abierto
en mitad de otra vida:
aquí vuelvo a empezar,
comienzo hasta que sea este océano
un libro cerrado e, igual que en una bombilla,
mengüen los filamentos de la blanca luna.

Empiezo en el ocaso, cuando un brillo
que contenía el clarín de unas cornetas bajó
las lanzas de los cocoteros de la ensenada,
y el sol, harto del imperio, declinaba.
Hipnotizaba como un fuego sin viento,
y al tiempo que su ámbar trepaba
los óvalos como jarras de cerveza
del fuerte británico sobre el promontorio,
el cielo se emborrachaba con la luz.